Al inicio fue un flechazo. Con el tiempo una historia de amor.
Me gusta volver a Formentera. Porque el tiempo se detiene, porque aquí tu aliada es la naturaleza en estado puro, el mar, el sol, las sabinas y las higueras y nuestras amigas las lagartijas.
Tan cerca y tan lejos, la isla del amor, como la solíamos llamar, es todavía un paraíso, con aguas cristalinas y con una amalgama de azules que nada tiene que envidiar a las playas de la Polinesia.
Si quieres bañarte en aguas tranquilas, observa la dirección del viento y elige la playa en dirección contraria. La isla es muy pequeña, por lo que en diez minutos ya estarás en el punto elegido.
Alójate en una de las muchas casas payesas que se alquilan en la isla. Otras opciones son Casa Serena, Es Ram Resort o Talaya Formentera. Si lo que quieres es aislarte de todo y disfrutar de la calma y el silencio, el hotel Cap de Barbaria es una buena opción. Eso sí, sólo o en pareja porque les enfants no son bienvenidos.
Si buscas el bullicio nocturno y desenfrenado de Ibiza, esta no es tu isla. Aquí el ambiente es "bohemian chic". Disfruta del sol y la playa, visita el mercadillo hippy de La Mola los miércoles y domingos, callejea por Sant Francesc y sus tiendecitas, y aprovecha para tomarte un desayuno completo en el Matinal. Tómate algo en Can Rafalet, en Es Caló de Sant Agustí y al atardecer, acércate hasta el restaurant El Mirador en la carretera hacia La Mola para observar el perfil de la isla y la caída del sol.
Si visitas la isla durante el mes de agosto, mézclate en las fiestas que se celebran en la playa al atardecer. No te pierdas el espectáculo de la lluvia de estrellas durante la noche de San Lorenzo desde la arena de la playa del Blue Bar. Ah!!! y cuando sea luna llena, averigua donde es la fiesta de la Luna Llena, porque el enclave y el espectáculo pervivirán siempre en tu memoria.
Para comer, el chiringuito Juan y Andrea en la playa de Illetas es una de las mejores opciones de la isla, junto con Es Molí de Sal. En la playa Migjorn, en el Restaurant Real Playa, pide una ensalada payesa, típica de la isla, que se acompaña con pescado seco.
Por la noche, tómate una deliciosa pizza italiana y una panacotta en el Macondo, en Sant Ferran. Y después, baila a ritmo de bongos en el mismo Sant Ferran. Durante la fiesta Flower Power, no te pierdas las performances de DJ Pharma.
Cuando visites el Mercado de la Mola, degusta la cocina formentereña en La Pequeña Isla, o en Can Toni, regentado por la modelo Eugenia Silva.
¿Quien dijo que la felicidad no existe?
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