Lisboa, destino ideal -y cercano- si buscas una ciudad para disfrutar de una mezcla de lo viejo y de lo nuevo en perfecta armonía. Decadencia y novedad, tradición y diseño se entremezclan en esta ciudad de barrios empedrados salpicados por el devenir del tranvía, fachadas singulares y colinas encantadoras dominadas por la majestuosidad del Tajo.
Sin arrogancia, la ciudad de Pessoa te envuelve con su acogedor manto. Déjate seducir por el Chiado, y sus encantadoras calles, restaurantes de moda y plazas encantadoras, como Chafariz do Carmo o la Praça Luís de Camoes.
Café Lisboa, Cantinho Do Avilez, Mini Bar Teatro, la Pizzaria Lisboa y el elegante Belcanto integran los templos gastronómicos del chef José Avilez, omnipresente en el Barrio del Chiado. Si quieres alojarte en el Chiado -para mí la mejor elección-, el Hotel 9Mercy es una buenísima elección: por su enclave, por su precio, por su bar -muy animado el fin de semana- y por sus habitaciones -decoradas en tonos neutros y sin estridencias.
Bistro 100 Maneiras es también uno de los restaurantes en voga, de la ciudad. Más anodino -de estilo- pero no así de fama, se encuentra también muy cerca, la Taberna da Rua das Flores, aunque, como no permite reservas, cenar, resulta prácticamente misión imposible. Y si quieres, poco ruido y muchas nueces, El Peixola, en la Rua do Alecrim, te sorprenderá positivamente.
Chiado es también la zona comercial más interesante de la ciudad, junto con la Avenida Libertade, en la que se concentran las firmas de lujo internacionales, y diversos hoteles. Si quieres hacer una pausa entre compras, acércate al Hotel Valverde, en la Avenida Libertade.
Vive Alfama y sus cuestas, sobre las que se erige el Castillo de San Jorge, que te regalará la mejor vista de Lisboa, junto con el bar Zambeze. Si tienes suerte, puedes probar la cocina del pequeño restaurante Leopold, o si optas por algo más alternativo, la cocina del Chapitô y Restô, un local alternativo, cuna de artistas y actividades creativas. Para unas vistas también imponentes, el Hotel Memmo Alfama.
En el Bairro Alto, callado de día y animado de noche, puedes -y debes- tomarte una copa en el Insólito, un bar situado en las alturas del hostel The Independiente. Y si consigues reserva, cenar en el Restaurante Decadente. Ambos un must de Lisboa.
Desde Baixa, divisa el Tajo y recorre la Praça do Comércio, de camino hacia Cais do Sodré, donde debes hacer una visita obligada al Mercado da Ribeira, un Mercado al estilo del de San Miguel -en Madrid-, en el que, con una gran oferta culinaria, podrás degustar desde un bacalhau a bras, a unas ostras o cocina oriental.
Y para llevarte el recuerdo más dulce de Lisboa, no puedes dejar la ciudad sin probar los pastéis de Belém, de la Pasteleria Belem, al lado del Monasterio dos Jerónimos y cerca también de la Torre de Belém.
Decadente e insólita Lisboa!
Sin arrogancia, la ciudad de Pessoa te envuelve con su acogedor manto. Déjate seducir por el Chiado, y sus encantadoras calles, restaurantes de moda y plazas encantadoras, como Chafariz do Carmo o la Praça Luís de Camoes.
Café Lisboa, Cantinho Do Avilez, Mini Bar Teatro, la Pizzaria Lisboa y el elegante Belcanto integran los templos gastronómicos del chef José Avilez, omnipresente en el Barrio del Chiado. Si quieres alojarte en el Chiado -para mí la mejor elección-, el Hotel 9Mercy es una buenísima elección: por su enclave, por su precio, por su bar -muy animado el fin de semana- y por sus habitaciones -decoradas en tonos neutros y sin estridencias.
Bistro 100 Maneiras es también uno de los restaurantes en voga, de la ciudad. Más anodino -de estilo- pero no así de fama, se encuentra también muy cerca, la Taberna da Rua das Flores, aunque, como no permite reservas, cenar, resulta prácticamente misión imposible. Y si quieres, poco ruido y muchas nueces, El Peixola, en la Rua do Alecrim, te sorprenderá positivamente.
Chiado es también la zona comercial más interesante de la ciudad, junto con la Avenida Libertade, en la que se concentran las firmas de lujo internacionales, y diversos hoteles. Si quieres hacer una pausa entre compras, acércate al Hotel Valverde, en la Avenida Libertade.
Vive Alfama y sus cuestas, sobre las que se erige el Castillo de San Jorge, que te regalará la mejor vista de Lisboa, junto con el bar Zambeze. Si tienes suerte, puedes probar la cocina del pequeño restaurante Leopold, o si optas por algo más alternativo, la cocina del Chapitô y Restô, un local alternativo, cuna de artistas y actividades creativas. Para unas vistas también imponentes, el Hotel Memmo Alfama.
En el Bairro Alto, callado de día y animado de noche, puedes -y debes- tomarte una copa en el Insólito, un bar situado en las alturas del hostel The Independiente. Y si consigues reserva, cenar en el Restaurante Decadente. Ambos un must de Lisboa.
Desde Baixa, divisa el Tajo y recorre la Praça do Comércio, de camino hacia Cais do Sodré, donde debes hacer una visita obligada al Mercado da Ribeira, un Mercado al estilo del de San Miguel -en Madrid-, en el que, con una gran oferta culinaria, podrás degustar desde un bacalhau a bras, a unas ostras o cocina oriental.
Y para llevarte el recuerdo más dulce de Lisboa, no puedes dejar la ciudad sin probar los pastéis de Belém, de la Pasteleria Belem, al lado del Monasterio dos Jerónimos y cerca también de la Torre de Belém.
Decadente e insólita Lisboa!
